A mi padre (el Dr. AntonioFco Rojas Badía) le sucedió lo mismo, después de 37 años de labor ininterrumpida.
Veamos la carta de renuncia que subscribió:
Moca, 5 de diciembre de 1978
HONORABLE SR. SECRETARIO DE SALUD PÚBLICA Y ASISTENCIA SOCIAL.
Muy larga ha sido la jornada ininterumpida, desde que me inicié, en las postrimerías del 1941 en el servicio de la Secretaría de Salud Pública, hasta el día de hoy, cuando pretendo una vida mas reposada, mas acorde con los principios que han orientado todo el curso de mi existencia, de paz, de concordia y de amor para todos los que sufren y los que no sufren, para los que me quieren bien y para los que me quieren mal. Desde el inicio de mi carrera, casi olvidé la palabra imposible y trabajé días y noches, para arrancar vidas a la muerte.
Entusiasmado fuí descubriendo que los avances de la ciencia no reconocen fronteras y que los libros cruzan mares y montañas, que lo mismo da leerlos a la luz de una luciérnaga que bajo el brillo de una estrella. Para dirigir una institución durante tantos años, fué necesario el compromiso responsable de servir y no de servirme, de olvidar las inquinas de las bestias que siempre devuelven caricias con mordidas venenosas y seguir guiándome siempre por la luz de mi conciencia.
Creo haber pagado mi cuota de servicio a la comunidad.
Os ruego, Sr. Secretario, que acepte mi renuncia como director del "Hospital Dr. Toribio Bencosme" de esta ciudad, en la seguridad de que seguiré siendo uno de sus buenos amigos.
Con sentimientos de mi mayor consideración, le saluda atte.
S.S. Servidor
DR ANTONIO FCO. ROJAS BADÍA
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