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" NADIE EDUCA A NADIE , NADIE SE EDUCA A SI MISMO , LOS HOMBRES Y LAS MUJERES SE EDUCAN ENTRE SI MEDIADOS POR EL MUNDO " Paulo Freire.
Los resultados del presente estudio indican que las pruebas rápidas de SMART y PDK son muy versátiles y pueden constituir un recurso importante para la vigilancia del cólera si se siguen los criterios siguientes:
Las pruebas se deben realizar de manera directa cuando las heces son del tipo "agua de arroz" o líquidas sin moco ni sangre y cuando en la observación de las muestras en el microscopio "al fresco" se observan microorganismos con la motilidad característica de los vibriones.
Si en la muestra o caldo de enriquecimiento no se observan al microscopio bacterias con la motilidad característica de los vibriones, se debe incubar en APA de 6 a 18 horas y volver a examinar la motilidad al microscopio antes de aplicar la prueba rápida.
Cuando se trate de muestras que puedan tener poco material fecal o que provengan de personas asintomáticas o que recibieron una dosis de antibiótico, se recomienda realizar las pruebas rápidas únicamente a partir de la incubación durante 18 horas en caldo de enriquecimiento.
Los sistemas SMART y PDK son técnicas diseñadas para el tamizaje, por lo que su empleo no excluye la necesidad de realizar el cultivo e identificar el vibrión del cólera, medidas indispensables para tipificar la bacteria (serogrupo, serotipo, biotipo), identificar la toxina colérica, vigilar la resistencia a los antibióticos y realizar estudios filogenéticos, todo ello de gran importancia para la salud pública (11). Se deben realizar controles de calidad a cada nuevo lote de pruebas rápidas, según las instrucciones del fabricante, a fin de verificar la sensibilidad de las pruebas y comprobar periódicamente el funcionamiento correcto de los controles provistos por estos sistemas comerciales.
Los sistemas SMART y PDK permiten llegar a un diagnóstico certero de cólera en poco tiempo, no requieren de instrumental complejo ni de personal técnico altamente calificado y tienen un desempeño satisfactorio en condiciones de campo. Los resultados obtenidos demuestran que mediante la estrategia propuesta se pueden mejorar la especificidad y la sensibilidad de estos sistemas y se reducen los costos del diagnóstico, lo que permite recomendar su empleo para la vigilancia del cólera en áreas con escasos recursos, en las que esta enfermedad constituye un grave problema de salud pública.
Por Clarisa Ercolano
Según un informe de la Unesco de 2007, solamente el 5 por ciento de los menores de tres años latinoamericanos recibe cobertura educativa del Estado, pese a que los ministros de Educación de los 34 países miembros de la OEA –incluyendo la suspendida Honduras– se comprometieron a inicios de ese año a desarrollar acciones para la primera infancia. El 62 por ciento de los niños latinoamericanos de edades entre cuatro y seis años está recibiendo cobertura educativa y el mayor porcentaje de fracaso escolar se concentra en el primer grado escolar. En las antípodas de este mapa estadístico se ubica la isla de Cuba, país en el que un 98 por ciento de los menores de tres años recibe cobertura educativa, lo que a juicio de quienes participaron en el encuentro “deberían imitar” la mayoría de naciones de la OEA.
“Si los niños no pueden ser llevados a la escuela, llevarles la escuela a su casa” es una de las conclusiones más destacadas que se escucharon promediando las Jornadas de Responsabilidad Social Empresaria y Primera Infancia que se desarrollaron en Buenos Aires, con la participación de delegados de nueve países miembros de la OEA: Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Venezuela, México, Chile, Uruguay y Estados Unidos.