Estamos en condiciones de hacer un buen presupuesto si nos disponemos, a:
1) Conocer los principales componentes del gasto histórico en: recursos humanos, recursos materiales (insumos), mantenimiento de equipos y planta fisica e inversión (valorado por las reservas que se acumulan con las depreciaciones) y analizar la posibilidad de ser modificadas sus proporciones y su valor global.
2) Identificar los resultados que se alcanzan con ese gasto, medidos de distintas formas y asociando estos resultados a los gastos derivados. Tales como, resultados por: a) las consultas, emergencias y hospitalizaciones, b) la complejidad de las patologias atendidas (de primer, segundo o tercer nivel), c) las metas alcanzadas según la prioridad de los problemas de salud y de las intervenciones desarrolladas, d) los grupos poblacionales principalmente atendidos, etc..
3) Verificar si se requiere un cambio en el orden de las prioridades en funcion de nuevas realidades determinadas por el Análisis de Situación de Salud, la responsabilidad ante determinados grupos poblacionales, el funcionamiento en red de servicios, etc..
4)Promover nuevos mecanismos para mejorar la productividad y el rendimiento de los equipos, espacios, recursos y coordinación entre instituciones.
5)Desarrollar mecanismos para la auditoría médica y para establecer programas de educación permanente.
Lo que interesa con la aplicación del presupuesto es lograr los resultados mas óptimos e identificar las sinergias que permitan potencializar los recursos disponibles.
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